Como actividad prevista para Navidad, familias lectoras programaron un cuentacuentos, pero este año el objetivo planteado iba a ser diferente. Nos planteamos dar a conocer a los personajes navideños típicos de diferentes comunidades autónomas. Buscamos información, su historia y de todos ellos descubrimos aspectos muy interesantes y cercanos a la cultura de cada zona.
En el país Vasco conocimos la figura del Olentzero.
El Olentzero es representado como un hombre grueso, desharrapado, manchado de carbón, de buen comer. Aita Donostia lo describe como "cabezón muy inteligente" Su singular característica es que vive aislado de la sociedad dedicado a hacer carbón vegetal en el bosque gustándole comer y beber bien y cada invierno baja de las montañas a los pueblos.
Desde la representación del "tiempo viejo" hasta la actual encarnación del bonachón carbonero que hace regalos a los niños se ha producido una evolución muy profunda. La mayor parte de la misma se ha realizado en la última parte del siglo XX.
El tió de Nadal (del catalán, traducible como «tizón, tronco o leño de Navidad»),1 también conocido como tronca de Nadal o soca de Nadal, es un elemento de la costumbre catalana y aragonesa, y una tradición navideña asentada especialmente en Cataluña y Aragón.2 La variante más extendida consiste en tomar un tronco, leño o rama gruesa —normalmente al inicio del Adviento—, dejarle comida cada noche y taparlo con una manta para que no pase frío. Al llegar Nochebuena, los niños de la casa lo golpean con bastones mientras cantan, para que defeque regalos y dulces por debajo de la manta el 24 de diciembre.3 El extremo visible del tronco suele decorarse con barretina y una cara sonriente
Apalpador, Apalpabarrigas o Pandigueiro es un personaje típico de tradición navideña gallega, especialmente en las comarcas de Sarria, Quiroga, Lemos, Tierra de Trives y Los Ancares.1Se trata de un carbonero con vestuario andrajoso que en nochevieja entra en las casas, visita a los niños, les palpa la barriga y, si no está llena, les deja un puñado de castañas. El resto del año vive en los montes orientales de Galicia.
La anjana (de jana, antiguo nombre con que se designaba a las hechiceras durante la Edad Media) es un personaje fantástico, referido por el costumbrista Manuel Llano en el primer tercio del s. XX como parte de la mitología cántabra. Este autor recoge en su obra cuentos que dice haber oído a pastores y gente del campo (transcritos en asturleonés) relativos a la anjana en los valles de Santillana, Valdáliga, Rionansa, Lamasón, Polaciones, Cabuérniga, Aras, y Meruelo